lunes, 18 de febrero de 2008

-Castillo de Ubierna.


A dieciocho kilómetros al norte de Burgos, en el camino de Santander y cobijado entre
abruptos relieves rocosos, se encuentra el pintoresco pueblo de Ubierna. El nacimiento de esta localidad se produjo en el año 884 por iniciativa del Conde Diego Porcelos, fundador también de la ciudad de Burgos. El castillo es mencionado con ocasión de las frecuentes luchas que Castilla y Navarra sostuvieron en las décadas centrales del siglo XI, por el control de estas tierras. En esos momentos se convierte en un punto muy disputado por su gran valor estratégico. Tras la batalla de Atapuerca (1054), Ubierna y su comarca se incorporan definitivamente al reino castellano.

El castillo de Ubierna se encuentra un tanto separado del pueblo en el sitio llamado “el Castro”. Se alza sobre una colina defendida al suroeste por las rocas cortadas a pico. Tiene forma alargada , no regular por adaptarse sus cimientos a las líneas sinuosas del cerro.
Es de grandes dimensiones: unos 47 metros por 13 de anchura media. Los muros miden 1,55 metros de grosor. En el frente sur quedan algunos restos que pertenecieron a un elemento defensivo (prolongación del castillo) de dimensiones parecidas a éste, pero más irregular.

Alrededor del cerro pueden apreciarse diferentes trabajos hechos en el terreno. Las defensas burgalesas de los siglos VIII y IX parecen tener en común que son continuación de antiguos castros, dominan pasos importantes, aprovechan el terreno quebrado para enriscarse y que al ser escasas hubo que completarlas con lugares de refugio situados en difíciles posiciones que se redujeron a simples cuevas. Por tanto el castillo de Ubierna es un claro ejemplo de lo dicho, pues además cuenta con cuevas situadas a menos de dos kilómetros al norte de dicha fortificación, concretamente en el barrio de San Martín de Ubierna.


Y es que en los primeros momentos de la reconquista las peñas y cuevas fueron defensas y refugio seguro que con el tiempo debió de levantarse edificaciones elementales o castillos roqueros. Es muy poco lo que se mantiene en pie, sólo escasos trozos de lienzo, todos de mampostería con relleno de piedra y canto rodado mezclado con cal, - la piedra que pertenecía al castillo fue comprada y utilizada por una familia del pueblo para realizar un construcción privada.

A mediados del siglo XVIII se describía como " casa fortaleza con sus cercos y muros , sita en la cuesta de la Barresas… la cual por hallarse medio arruinada y sin puertas ni tejado, no hay quien de a renta por ella cosa alguna ".
Bastantes años después se decía de él: Ubierna " no tiene murallas, pero a la parte del regañón se conserva hasta hoy un castillo encima de una peña alta por la parte de atrás hace un fuerte espaldón de peña viva y por delante tiene su foso y a los lados unas torrecillas ya todo muy antiguo y arruinado por muchas partes y al ábrego y cierzo conserva en su interior dos portadas, los cañones de artillería no permanecen en él , no obstante se hallan en una casa que es del Duque de Hixar, conde Salinas, un cañón de a 22, otro largo pequeño y dos morteros de yerro muy antiguos, que son de los que antes estaban en el castillo, el cual Castillo es de propiedad de los Estados de dicho Duque de Hixar y de él se ve muy bien el castillo de Burgos…".


http://www.ubierna.org/

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